(MACKENZIE) LAS DOS POSIBLES VIDAS DEL GALGO.
Al final de la carrera.
Cada año son abandonados en España más de 150.000 perros; casi la mitad de ellos son galgos españoles. Esta raza, ligada al ámbito rural es difícil de encontrar en las tiendas de mascotas, pero cada vez es más frecuente en los parques de las grandes ciudades españolas e incluso europeas. Descubramos cómo el hombre llega a ser el verdugo y también el salvador de este singular canino.
Imaginemos que, desde los primeros días de nuestra vida nos entrenan para una determinada tarea. Pasamos nuestros mejores años realizando esta labor, nos premian y somos felices, porque cazar está en nuestro instinto. Un buen día, tras finalizar tu jornada, la persona para la que has estado trabajando, la que te enseñó el oficio, te deja atado a un árbol o algo mucho peor. Esto es lo que le ha pasado a muchos galgos en España.
Los más afortunados son rescatados por diferentes asociaciones cuya misión principal es curarlos, denunciar los hechos y buscar un hogar donde terminarán de sanar sus heridas, tanto físicas como emocionales. Cada vez son más las personas que, al tomar la decisión de compartir su vida con un perro, piensan en adoptarlo en lugar de comprarlo.
Una vez en casa con los nuevos dueños, los colaboradores de SOS Galgos van a comprobar la adaptación de estos animales a su nuevo hogar. Las visitas pueden ser por sorpresa, para evitar que los galgos caigan de nuevo en manos de sus verdugos: los cazadores. Además, los dueños deben ser muy pacientes con ellos, pues han sido animales maltratados.
Existen demasiados galgueros que deciden prescindir de su perro cuando este ha sufrido alguna lesión en la carrera o ha fallado muchas liebres o, simplemente, se ha hecho viejo. Las razones son fundamentalmente económicas. Es más barato deshacerse de un perro que no produce ningún beneficio que proporcionarle los cuidados básicos y veterinários necesarios.
El maltrato del que son víctimas estos perros puede darse, incluso desde que son cachorros; si la camada es numerosa, pueden meterlos em bolsas para arrojarlos a la basura o al río. Cuando ya son adultos, es muy común encontrarlos vagando por las carreteras y caminos rurales donde pueden ser atropellados. Si se libran de los coches, el siguiente obstáculo a salvar será el hambre y la sed.
Aunque la caza de la liebre con galgo está prohibida en la mayoría de países de Europa, todavía en España, Portugal e Irlanda se sigue dando esta práctica. Las asociaciones protectoras de los galgos, que trabajan también para conseguir modificar las leyes que dejan impune al maltratador, indican que el mayor número de abandonos se produce al finalizar la temporada de caza.
Adaptado de Punto y Coma n° 37-2012
En el texto, la preposición tras, destacada en cursiva, se puede sustituir por: