El imperio eres tú
Javier Moro nos cuenta los prolegómenos de su obra, El imperio eres tú, donde narra los desasosiegos de Pedro I como emperador de Brasil.
—¿Por qué Brasil? ¿Por qué Pedro I?
—A mí siempre lo que más me extrañó fue que no hubiera más escritos sobre Pedro I. Se trata del fundador de la patria, un personaje tan atractivo, tan contradictorio, tan dramático, tan literario. Pero resulta que no. Se ha escrito mucho sobre él, por historiadores, pero no aparecía un libro que contara la épica de la independencia del Brasil y de la historia fabulosa de esta familia portuguesa, de manera global.
—¿Le parece que la historia del Brasil es toda literaria?
—Mucho, porque es un país con tantísimo contraste, con una historia absolutamente increíble. Piense que la familia real portuguesa constituye un único caso en la historia europea en que una familia real se muda a las colonias; y al hacerlo, convierte a Río de Janeiro en capital del Imperio. Yo si hubiera hecho este libro como novela pura, estoy seguro de que me lo hubieran tirado por la cabeza. Si me lo hubiera inventado, no me lo hubieran admitido. Todo es literario. Lo que quiero decir es que, en este caso, la historia de él era especialmente literaria, los padres que tiene, la madre como era...
—¿Qué hubiera ocurrido si los portugueses hubieran conquistado toda América Latina? ¿Sería todo distinto?
—Sería, creo, un continente más unido. Brasil acabaría como los otros países de la América Española, o sea disgregándose en multitud de países pequeños porque había grandes tensiones indigenistas que no estallaron en Brasil por la mudanza de la familia real. Esa fue la gran diferencia. Si Carlos IV hubiera ido a México le aseguro q ue las fronteras latinoamericanas hoy, de los países de habla hispana, serían muy distintas. A lo mejor no habría un solo país, pero habría dos, tres o cuatro.
—Le gustan los temas ignotos, poco explorados...
—Sin quererlo me he especializado en historias verídicas, que han ocurrido y que están medio olvidadas.
Internet:letralia.com (con adaptaciones).
Con base en el texto precedente, juzgue lo siguiente ítem.
Se puede sustituir «A lo mejor» por Sin embargo, en el enunciado: «A lo mejor no habría un solo país», localizado en el séptimo párrafo, sin que suponga ninguna alteración gramatical ni semántica.