Explicaê

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[1] La muerte se puede conceptuar como una

construcción que el hombre ha ido desarrollando a lo largo

de la historia y en diversas culturas de diferentes maneras.

[4] En el cristianismo, por ejemplo, se anuncia que con

la venida de Jesucristo tiene lugar la salvación de la

humanidad. Aunque bien es cierto que, todavía el ser

[7] humano debe recorrer un camino para su salvación. La

misma muerte de Jesucristo es símbolo de redención, muere

por amor a la humanidad, abriendo, con el magnífico

[10] sacrificio, un camino de liberación de los pecados de la

humanidad.

Las religiones orientales, en cambio, se caracterizan

[13] porque la salvación se produce de forma individual y no

colectiva. Existen mensajeros divinos pero estos no salvarían

a la humanidad sino que tan solo enseñarían a los individuos

[16] el camino de la salvación, camino que cada sujeto debería

recorrer individualmente mediante su esfuerzo.

El Islam considera que el mundo es un lugar donde

[19] Existe el sufrimiento como consecuencia de los errores

humanos. O mar, en la tierra puede haber tanto sufrimiento

como felicidad siendo el paraíso celestial el único lugar

[22] Donde habría felicidad verdadera, permanentemente. Luego,

la aspiración de un musulmán es abandonar el mundo para

alcanzar la dicha eterna. Y dentro de esta lógica la muerte es

[25] La puerta que le conducirá al paraíso.

En la antigüedad clásica había corrientes filosóficas

como el Estoicismo que preconizaban un estilo de vida

[28] sustentado por valores éticos. Los estoicos basaban la

felicidad en la posesión de un alma libre, a la que no alcanza

El dolor, ni es esclava de la búsqueda de una felicidad

[31] exterior, porque el hombre acaba encontrándola en sí mismo,al

ser libre de todas las pasiones. Creían que el hombre podía

alcandear dicho estado mediante una voluntad firme y

[34] constante, y que así, dueño de sí mismo, llegaría a ser

inacessível a la desgracia. Al morir el hombre se reuniría con

el espíritu universal. El estoico aceptaba la muerte y valores

[37] Como la Dignidad y Sobriedad Inclinaban a Aceptarla Con

naturalidade.

Carlos Álvarez Chicano. Bioética y Bioderecho, v. 7, 2002 (con adaptaciones).

 

Partiendo de su forma y función en el texto es correcto afirmar que

en la expresión "aceptarla" (l.37) el pronombre se refiere a "la muerte" (l.36).