Bajo la piel de Picasso
[1] “El proyecto y la idea no era descubrir
obras nuevas de Picasso, sino conocer de forma
objetiva su proceso de trabajo a partir de
algunas de las obras de juventud, además de
[5] conocer mejor nuestra colección y abrir nuevas
líneas de investigación”, explica Reyes Jiménez,
responsable del Departamento de Conservación
Preventiva del Museo Picasso de Barcelona.
Pero el análisis de seis de las obras, todos
[10] retratos, de los fondos de este museo; dos
realizadas en el periodo en el que Picasso vivió
con su familia en Galicia y cuatro de su estancia
en Barcelona, hasta 1904 en que se instala en
París, han hecho aflorado otras obras
[15] anteriores.
Es el caso de Hombre con boina, de 1895,
bajo el que se ha descubierto una composición
subyacente, una pintura estrechamente ligada
a la escasa producción de su padre en el que
[20] pueden verse dos palomas, por lo que no se
descarta que Picasso pintara sobre una obra de
su padre José Ruiz. En Josep Cardona Furró, de
1899, el pintor trabajó en la tela tres veces, en
una hizo un paisaje de tejados de Barcelona
[25] que no pertenece a su época azul, sino que lo
llenó de colores. En Retrato de un desconocido
al estilo de El Greco (1899) el malagueño, que
había pintado un torso desnudo en un ejercicio
académico de la Llotja donde estudiaba, no
[30] dudó en trocearlo y reutilizarlo después de
haber sido puntuado por su profesor; mientras
que debajo de Autorretrato con peluca aparece
otra imagen de un personaje con un enorme
sombrero, que quizá es el periodista Pompeu
[35] Gener, amigo del artista de los Quatre Gats y,
por encima, antes de la última imagen, un
retrato del joven Picasso sin peluca.
“Esta forma de trabajar no es una
novedad”, remarca Jiménez por cuyas manos
[40] han pasado muchas obras del museo
barcelonés que han detectado obras
conservadas bajo la primera piel de las
pinturas. Pasó en 2010 con Ciencia y Caridad,
una obra de 1897 que el adolescente
[45] Picasso pintó sobre otra anterior dándole la
vuelta al lienzo y más reciente, en 2013,
con Azoteas de Barcelona, pintado en 1903, en
el que se vio en una capa inferior una pareja,
un tema recurrente en la producción picassiana
[50] de los años 1902 y 1903 que concluyó
magistralmente con La vida, su obra más
destacada del periodo azul y que es una de las
obras más destacadas del Museo de Arte de
Cleveland.
[55] “Queríamos conocer mejor la datación, la
estructura, el proceso creativo, los materiales y
los pigmentos empleados en seis obras
realizadas entre 1895 y 1900, del periodo de
formación del artista y realizar nuevas lecturas
[60] de estas obras”, prosigue la investigadora,
convencida de que Picasso no repintaba por un
tema económico, sino que “buscaba la textura
y la forma que le daba el pintar sobre una obra
acabada, como si fuera un objeto encontrado”.
Periódico EL PAIS – 24/11/2015 Texto adaptado.
Según el uso de la preposición, la frase correcta es: