LO QUE DICEN ALGUNOS VIAJEROS
Dice Rafael
Recuerdo perfectamente mi primer viaje, fue
a Marruecos. Yo era un joven con muchas ganas de
vivir nuevas experiencias fuera de mi país y se me
[5] presentó una gran oportunidad: viajar con uno de
mis profesores de la Facultad de Historia para hacer
un estudio etnográfico en una pequeña región del
norte de este país. Fueron unos días muy
interesantes, aunque también pasé algunas
[10] dificultades, sobre todo debido a las oscilaciones de
temperatura. Conocí a mucha gente interesante y
probé nuevas comidas. Los marroquíes son
especialmente amables. Sin duda, una de las cosas
que más me gustó fue el té; bebía dos o tres vasos
[15] cada día. Todavía hoy conservo alguno de los
informes que redacté en aquella aventura con
cierta nostalgia.
Dice Alberto
Yo vivía en Sevilla con mi novia. En el verano
[20] de 2012 decidimos pasar juntos las vacaciones y
nos fuimos con lo puesto a un “camping” de
Mallorca. Los primeros días fueron muy divertidos;
recuerdo la tienda de campaña y el cortavientos.
Normalmente comíamos de bocadillo y nos
[25] pasábamos la vida en la playa, tomando el sol
tirados a la bartola. Por las mañanas, normalmente,
aprovechábamos para visitar alguna cueva o nueva
cala donde el agua era cristalina y podíamos
disfrutar de un baño muy agradable. Los últimos
[30] días de estancia se hicieron más complicados. El
clima cambió y las tormentas eran frecuentes. La
tienda de campaña se inundaba cada dos por tres y
nuestro humor cambió radicalmente. Tengo que
confesar que las discusiones de esos días
[35] empañaron un poco la sensación positiva del viaje.
Dice Ricardo
En 2004 decidí buscarme la vida lejos de mi
hogar. La suerte me llevó a un pequeño pueblecito
del sur de Inglaterra llamado Truro. Allí trabajé en
[40] lo que pude algunos meses, mientras me
familiarizaba con el inglés y aprendía las
costumbres del lugar. Me quedé atrapado por los
campos verdes y la calma con la que se vive en esta
zona. Gracias a este viaje comprendí que quería
[45] viajar por todo el mundo y conocer muchos países
diferentes para ser muy rico de espíritu. Ahora vivo
en Australia pero siempre recordaré la primera vez
que puse los pies en tierras inglesas. A Truro le
debo mi despertar como viajero y mis ansias de
[50] conocer nuevos mundos para compartir
experiencias con gente nueva cada día.
De acuerdo con el texto, Rafael