A SOL Y A SAMBA
Cada vez que llega el verano, la enorme diversidad de los paisajes brasileños parece quedar eclipsada por la larga tentación de sus costas: cientos de kilómetros de playas, desde los paraísos desiertos del norte hasta los concurridos balnearios del sur. Un planeo por el gran país tropical y dos perlas bajo el sol: En el sudeste Ilhabela, y en el nordeste, João Pessoa.
Además de ser enorme, o tal vez exactamente por eso, Brasil es un país diverso e inabarcable. Quién puede decir que lo conoce realmente? Quien viaje a San Pablo se sentirá inmerso en la vorágine de uno de los principales centros financieros latinoamericanos, muy lejos de quienes se aproximen a las bellas y solitarias playas del nordeste. Quienes hayan experimentado el "sertão" se sentirán en los antípodas de la cercana selva amazónica... Sin embargo, EN CADA UNO DE ESTOS LUGARES HAY UNA PARTE DEL INMENSO ROMPECABEZAS que es Brasil: cuando llega el verano, parecen ponerse más rápidamente las piezas que dibujan la imagen de la costa, pero la fuerza de las principales ciudades brasileñas es un imán turístico también durante todo el año.
Adaptado de http://www.pagina12.com.ar/2001/suple/Turismo/01-11/01-11-04/nota01.htm
O texto fala sobre a diversidade das regiões brasileiras. Segundo a autora dele