La violencia como bella arte
Más allá del esplendor sabio de una producción perfecta, lo que más duele, lo que más divierte, lo que más conmueve es la sensación de reconocimiento. Cada uno de los damnificados, pese a su acento marcadamente argentino, somos nosotros. O, mejor, cada insulto proferido, y no siempre entendido, es nuestro, en algún momento ha salido de nuestra boca. O saldrá.
La violencia no es sólo eso que tanto desagrada a los profesionales del buen gusto, a los programadores de ópera o a los filósofos de la nada; la violencia, la realmente insoportable, es también una cuestión de actitud, um simple gesto. Y esa violencia está por todas partes, está dentro. Y Szifrón acierta a retratarla tan fielmente que no queda otra cosa que romper a reír. Aunque sólo sea de simple desesperación. Brillante, magistral incluso.
MARTÍNEZ, L. Disponível em: www.elmundo.es. Acesso em: 13 abr. 2015 (adaptado).
Nessa resenha crítica acerca do filme Relatos Salvajes, o autor evidencia o