[1] Ciudad de Dios resulta un fresco social, un film de iniciación
y también un film apocalíptico. La durísima realidad de las favelas y los
barrios más carenciados de Brasil ha sido llevada al cine en varias
[4] ocasiones, tal vez la más célebre haya sido Orfeo Negro, en clave
romántica. Algo de ese romanticismo subsiste bajo la cruda violencia
de Ciudad de Dios, que relata la trayectoria de varios chicos habitantes
[7] del barrio llamado así ¿paradójica, irónicamente? y situado en las
afueras de Río de Janeiro. En este caso no se trata de estrechas calles
colgadas de los morros sino de una urbanización construida en los años
[10] ‘60 con el propósito de albergar familias sin vivienda, y que en poco
tiempo devino ciudad marginal regida por sus propias leyes e
impenetrable a quienes no fueren sus residentes. Los chicos de Ciudad
[13] de Dios juegan al fútbol como todos los chicos brasileños, pero el
tiempo les enseñará que es muy difícil transitar cualquier camino que
no pase por el delito: la película nos muestra a través de dos décadas por
[16] qué muchos eligen el tráfico de droga, el robo y el asesinato mientras
unos pocos intentan alejarse de ese mundo cerrado.
Narrado en primera persona desde el punto de vista de
[19] Buscapé, uno de los jóvenes habitantes del barrio, el film tiene la
estructura de un relato enmarcado: las imágenes iniciales, en un montaje
agilísimo de impresionantes tomas de muerte y cacería en la Ciudad de
[22] Dios anuncian el nivel de barbarie de lo que vendrá. Sigue con la
prehistoria del barrio en los ‘60 y la creciente criminalidad de los niños
comandados por un precoz muchachito, quien en los ‘70 se ha
[25] transformado en el jefe de una banda. Comparten el barrio con otra
pandilla, en sorda convivencia competitiva. Paulatinamente, el crimen
se hace más implacable, el tráfico más pesado, los mafiosos son cada
[28] vez más jóvenes. Cuando uno de los jefes se enamora e intenta eludir
su destino trágico, colapsa una paz forzosa y frágil, y sobreviene una
ola de muertes sangrientas, infames, vengativas.
[31] El tratamiento de la imagen, de la violencia está en este caso
al servicio de la puesta en escena de la dura realidad de la marginación
en Latinoamérica. Lo que más impacta del film de Fernando Meirelles
[34] es el testimonio de toda una nueva generación familiarizada con el
crimen, de chicos que matan a la edad de empezar a leer, de bandas de
vocês que instalam um ola de terror e quedan como amos
[37] Despiadados de ESE Microcosmos. El protagonista vive su destino
permanentemente cruzado com o seu tamanho. Si éstos decidieron
disparar las armas, Buscapé eligió disparar una cámara de fotos, y si
[40] demuestra ser un inepto total para el crimen, su condición de oriundo de
la favela lo coloca en una posición inmejorable para registrar como
fotógrafo las luchas en esos barrios herméticos. Meirelles presenta una
[43] Sutil observación de los diferentes grupos, tratando a sus personajes
como tipologías representantes de un ámbito social.
Internet: <www.cineismo.com> (con adaptaciones).
Con respecto a las ideas y estructuras lingüísticas del texto, juzgue lo ítem
De acuerdo con el texto las películas brasileñas Orfeo Negro y Ciudad de Dios coinciden en dar destaque al tratamiento romanticista de la vida en las favelas.