Máquinas de Libros
Dicen que el transporte público es uno de los
lugares donde la gente lee más - aunque no siempre
más a gusto - para matar el tiempo durante el
trayecto de un lugar a otro. Dicen, también, que el
[5] verano es el tiempo más adecuado para el libro de
bolsillo: el ajetreo de los viajes, el agua y la arena de
la playa no son inconvenientes para unas ediciones
sufridas y, además, baratas. De esta forma, los
responsables del sello Guía de Lectura han decidido
[10] experimentar la rentabilidad de un nuevo tipo de
punto de venta y han instalado ocho máquinas
expendedoras de libros en la red de metro de
Barcelona que funcionan exactamente igual que las
máquinas donde los viajeros pueden comprar
[15] refrescos, tentempiés tabaco.
Ya no es sólo que los libros de bolsillo llenen los
quioscos de aeropuertos, estaciones de trenes y
autobuses. Desde la semana pasada se ofrecen
también, como si fueran refrescos y patatas fritas,
[20] en los andenes, vestíbulos y pasillos del metro. La
instalación de las máquinas, en las que se venden
libros de gran éxito de ventas, obedece a un
programa piloto que, si funciona, se trasladará a
todas las ciudades españolas que tengan red de
[25] metro, explican los responsables de Guía de Lectura,
quienes ya instalaron este tipo de máquinas en
diversos lugares de Chile. También, continúan, se
está estudiando la posibilidad de instalarlas en
hospitales y gasolineras.
[30] Quizá porque durante el mes de agosto en
la ciudad hay más turistas que habitantes, a las
nuevas máquinas de libros les cuesta más vender
que a sus compañeras de los refrescos. Eso sí,
despiertan altas dosis de curiosidad y miradas
[35] llenas de asombro. La costumbre aún tiene que
consolidarse y, aunque muchos duden de su
rentabilidad, lo cierto es que artefactos tan
sólidos como las máquinas expendedoras de
tarjetas de visita, instaladas hace años en el
[40] suburbano de Barcelona, todavía funcionan.
El procedimiento es muy simple. Basta con
introducir el dinero - los precios oscilan entre los
4,80 y los 8,50 euros - y pulsar en un teclado el
número del libro escogido entre la veintena de
[45] títulos que se ofrecen. Las ruedecillas que lo sujetan
empiezan a girar, el libro se desprende del estante y
el comprador lo puede recoger en un cajón situado
en la parte inferior del aparato. Entonces se
descubre que el libro en cuestión está protegido con
[50] una capa de plástico para que no se estropee
durante la caída. También se aceptan billetes y,
como no podía ser de otro modo, la máquina
devuelve cambio. Los títulos disponibles, que irán
cambiando cada dos semanas, constituyen una
[55] selección de obras de muy diverso signo y más o
menos recientes.
“Ocho” (línea 11) es la escritura del numeral 8.
¿Cuál es la escritura del numeral 70?