What time is it? That simple question probably is asked more often today than ever. In our clock‐studded, cell‐phone society, the answer is never more than a glance away, and so we can blissfully partition our days into ever smaller increments for ever more tightly scheduled tasks, confident that we will always  know it is 7:03 P.M.

    Modern scientific revelations about time, however, make the question endlessly frustrating. If we seek a precise knowledge of the time, the elusive infinitesimal of “now” dissolves into a scattering flock of nanoseconds. Bound by the speed of light and the velocity of nerve impulses, our perceptions of the present sketch the world as it was an instant ago—for all that our consciousness pretends otherwise, we can never catch up.

    Even in principle, perfect synchronicity escapes us. Relativity dictates that, like a strange syrup, time flows slower on moving trains than in the stations and faster in the mountains than in the valleys. The time for our wristwatch or digital screen is not exactly the same as the time for our head.

    Our intuitions are deeply paradoxical. Time heals all wounds, but it is also the great destroyer. Time is relative but also relentless. There is time for every purpose under heaven, but there is never enough.

Scientific American, October 24, 2014. Adaptado

(FUVEST 2019 1° FASE) De acordo com o texto, considera‐se contraditório, em relação à percepção humana do tempo,

 Sobre o processo de unificação do Egito é correto afirmar que 

Uma loja resolveu fazer uma promoção de um determinado produto que custava R$ 100,00 em fevereiro, da seguinte maneira: em março, ela deu um desconto de 10% sobre o preço do produto em fevereiro; em abril, deu mais 10% de desconto sobre o preço do produto em março. Tendo obtido uma venda substancial, a loja resolveu aumentar o preço do produto da seguinte maneira: em maio, a loja aumentou em 10% o preço de abril e, em junho, a loja aumentou em mais 10% o preço de maio.

Desta forma, o preço deste produto, no final de junho, era

    Pablo Auladell presenta Potemkin, el primer cómic

que publica tras ganar el Premio Nacional con El paraíso

perdido,adaptación del poema de John Milton, que le

funcionó, y sigue funcionando, muy bien. Con este se

[5] pretende aprovechar el doble tirón de un autor reconocido

como él con el aniversario de Sergei Eisenstein, director de

la película rusa El acorazado Potemkin. Y se ríe cuando

piensa que se le pueda considerar un autor comercial.

“Realmente en el mercado estamos todos, pero si te

[10] refieres a un autor que mira el producto antes de hacerlo la

respuesta es no. Pero los demás, quizás sí. Debe ser el

único tironcillo que ha tenido el Premio Nacional,

confiando que podía hacer un buen trabajo y llamaría la

atención”.

[15]     Sus palabras no provienen de la modestia,

puntualiza, sino de la humildad. “Esta profesión te pone en

tu sitio rápidamente. Pese a todo este deslumbre, sigue

siendo un medio muy particular, raquítico en muchas

cuestiones”.

[20]     Proyectos como estos dos últimos que ha

desarrollado se dirigen hacia un mercado global que

reconoce los iconos que ha adaptado, “ahora la mentalidad

tiene que ser así porque las redes sociales lo mueven sin

fronteras”. Y estas le proporcionan el ejemplo más

[25] cercano. El paraíso perdido,cuyos derechos compró este

mismo año una editorial de Brasil ha conseguido que “casi

la mitad de mis seguidores en cosas como mi Instagram

¡son brasileños!".

Por eso insiste en que reconocimientos como "el

[30] Premio Nacional ha llamado más la atención fuera del

mundo del cómic que dentro". Y con ello se refiere al

público habitual de salones como el de Barcelona, que

visten las camisetas con logotipos de superhéroes, "si

preguntas quiénes son los que han recibido el premio

[35] Nacional o si los han leído, seguramente, dirán que no, que

tienen una percepción de cosas intelectualoides". Eso lo ve

Como prueba de que el mundo del cómic es muy particular:

toda la vida luchando para que fuéramos arte y se establece

un premio y mi percepción es que al aficionado

[40] Ensimismado del cómic eso no le interesa.

    La adaptación de una película como El acorazado

Potemkin le permitía mayor libertad que con la obra de

Milton. "Esa era una visión personal, de autor. Esta não, Earthshaker

un homenaje". Y por eso explica que insistió en que

[45] Apareciera en portada la palabra homenaje. "Aunque

parezca que en El paraíso perdidotenía más libertad, la

libertad es peligrosa. Las restricciones te ayudan a jugar

con menos cartas pero tienes que jugarlas bien.

Internet: www.elmundo.es (con adaptaciones).

Con respecto a las ideas y estructuras del texto anterior, juzgar lo ítem.

El mercado editorial confía en Auladell porque ya realizó otro trabajo sobre un texto de Sergei Eisenstein.

  Na América Latina, cerca de 40 milhões de pessoas, ou seja, 7% da população, não possuem água segura para o consumo humano, enquanto mais de 6% da população da região ainda praticam a defecação ao ar livre, com graves consequências sociais e ambientais. Essa problemática é mais frequente e mais complexa, como seria de se esperar, nas áreas semiáridas e desérticas, mas também se faz presente em regiões mais favorecidas em termos hidrológicos: a relação entre a disponibilidade natural de água e a satisfação das necessidades vitais da população não é de maneira alguma mecânica ou direta.

CASTRO, J. E.; HELLER, L.; MORAIS, M. P. O direito à água como política pública na

América Latina: uma exploração teórica e empírica. Brasília: Ipea, 2015 (adaptado).

A política pública capaz de solucionar o problema apresentado é: