Discovery. Argentina, out. 1998 (adaptado).
El hombre de hoy usa y abusa de la Naturaleza como si fuera el último habitante de este planeta, como si detrás de él ya no hubiera un futuro. La Naturaleza se ha convertido así en una víctima del progreso.
Conviene destacar que la demanda interminable y progresiva de la industria no puede ser atendida sin descanso por la naturaleza, pues sus recursos se acaban. Actualmente el hombre empieza a tocar ya las tristes consecuencias del despilfarro iniciado con la era industrial. Las reservas mundiales de plomo, mercurio y platino durarán unos lustros; poco más las de estaño y cobre, y apenas un par de siglos las de hierro y petróleo. ¿Qué suponen estos plazos en la vida de la Humanidad?
En la Naturaleza APENAS cabe el progreso. Pues gastar lo que no puede reponerse refleja un estadio de civilización voraz y dice muy poco en favor de la escala de valores del mundo contemporáneo.
Disponível em: https://lecturassumergidas.com. Acesso em: 20 set. 2021.
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