Dejad a la gente correr
No habrá maratón en los próximos meses en la que los corredores no sientan la mezcla de temor y respeto por las víctimas que se desprende, inevitablemente, del atentado terrorista perpetrado en Boston el 15 de abril. Es un acto casi reflejo de inquietud, de pérdida de cierta inocencia en un evento convocado para unir a personas de procedencias muy distintas, sin importar más circunstancias, ideologías o credos.
El sábado por la noche, antes de la primera maratón de Cisjordania, los organizadores y participantes de esta se reunieron en Belén en una vigilia en la que, con velas, homenajearon a las víctimas de la masacre orquestada por los hermanos Tsarnaev, a los tres fallecidos y a los muchos heridos. “Palestina: solidaridad con las víctimas de la maratón”, se leía en sus carteles. “Toda la gente tiene el derecho a correr”, decían.
La de Belén era una maratón cargada de significado político. Organizada por el grupo independiente Right to Movement (Derecho al Movimiento), lucía como lema una breve cita de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: “Toda persona tiene derecho a circular libremente”. Los agentes de policía palestinos habían redoblado la seguridad, en una medida más de puro acto reflejo que otra cosa.
Muchas son las cargas del pueblo palestino, a nivel de gobernanza interna y por imposiciones en Israel, pero un ataque terrorista a los corredores no era realmente una posibilidad. Finalmente participaron con total normalidad 650 corredores, de 28 países. El 70% eran palestinos. Necesariamente, la maratón discurrió en varios tramos frente al muro erigido por Israel, y atravesó dos campos de refugiados.
ALANDETE, D. Disponível em: http://blogs.elpais.com. Acesso em: 22 abr. 2013 (adaptado).
No texto são abordadas as circunstâncias em que aconteceu a primeira maratona realizada na Cisjordânia (Palestina). Os envolvidos nessa maratona propuseram um lema e confeccionaram faixas nas quais reivindicavam a