Una obra basada en fotografías de Sebastião Salgado recrea la tragedia de los refugiados
"En un rincón entre las hojas / dos niños me miraban. / Uno sujetaba una taza blanca. / El otro nada, / arrebujado / en una especie de manta. / No estaban asustados. / No estaban tristes. / No estaban interesados. / Simplemente me miraban". Una actriz recrea el instante en el que Sebastião Salgado prepara su cámara para retratar a dos niños tirados en un camino durante la Primera Guerra del Congo, en 1997, cuando miles de huérfanos vagaban por los campos de Zaire en busca de comida. Es una de las escenas centrales del espectáculo teatral Éxodos, inspirado en imágenes de refugiados, exiliados y migrantes captadas por el fotógrafo brasileño y recogidas después en su libro Éxodos.
La obra, que cuenta en tono poético el viaje de un grupo de niños que huyen de una guerra, irrumpe en un momento en el que fotografías muy parecidas a los que hizo Salgado hace 20 años se reproducen a diario en los periódicos. Ahora mismo hay 50 millones de personas desplazadas forzosamente de sus hogares.
Las fotografías de Salgado cobran vida en el escenario. Algunas fotos se proyectan, otras se ponen en movimiento y se transforman en escenas. "La atmósfera global del espectáculo parte del estudio minucioso de esas imágenes. Las miradas, la textura de la tierra, los muros rotos, los ladrillos, los refugios de plástico. Todo eso está recogido. Y también los objetos que las personas se llevan precipitadamente en los éxodos: las pequeñas maletas, las mantas, los juguetes... siempre hay un juguete", explica el director. El espectáculo se centra en los niños, "los más vulnerables y desprotegidos en las migraciones. Miles de ellos caminan solos, aferrados a un juguete que quizá sea su único vínculo con su pasado, en busca de un lugar donde haya paz".
Internet: elpais.com.es (con adaptaciones).
Basándose en las informaciones contenidas en el texto y en la imagen, juzgue los ítem siguiente.
Uno de los momentos más importantes de la obra dramática muestra a dos niños que, tristes y mirando hacia la cámara, portaban un recipiente en las manos.