Familia de constructores y mecenas
La inauguración del Museo Universidad de Navarra, que desde hoy y durante un mes mantendrá una política de puertas abiertas, se enmarca de forma indisoluble en el recuerdo de una de las manifestaciones que, hace 42 años, cambiaron la relación de España con el arte moderno y las vanguardias: los Encuentros de Pamplona de 1972. Auspiciados (y costeados) por los Huarte, la misma familia de constructores y coleccionistas de arte que ahora han impulsado el nuevo museo por medio de María Josefa Huarte, los Encuentros llevaron a la España franquista del 72 — y en concreto a la Pamplona gris y adormecida del 72 — cosas como la música de John Cage, el nuevo Arte Vasco, las locuras del Equipo Crónica o directamente la ignominia de unas carpas hinchables de colores frente a la fachada del mismísimo Gobierno Militar.
Casi nadie daba crédito de lo que allí ocurría: en pleno tardofranquismo, melenudos sedientos de caña cultural alternaban con señoronas del régimen en los espectáculos y exposiciones. Estallaron dos bombas. El Partido Conmunista trató de evitar que los Encuentros se celebrasen porque justificaban, de algún modo, la celebración de la cultura en un país que no la permitía. Los Huarte, empresarios navarros de la construcción, coleccionistas, mecenas y productores de cine de vanguardia, se convirtieron en eso, en vanguardistas y propiciaron una de las manifestaciones más estrafalarias, necesarias y, a la postre, decisivas de cara al futuro cultural de un país.
Disponível em: http://cultura.elpais.com. Acesso em: 23 jan. 2015.
De acordo com o texto, a inauguração do MuseoUniversidad de Navarra rememora um momento significativo da história da Espanha, quando